jueves, 13 de febrero de 2014

Érase una vez un elefante llamado Rafa que no tenía orejas. El pobre estaba muy mal porque toda su manada se metía con el y al fin y al cabo no era tan grabe un elefante sin orejas es como un pájaro sin alas tampoco es para tanto...
De repente un día apareció por la sabana una elefanta sin orejas llamada Nerea y después de poco tiempo se enamoraron el uno del otro y tuvieron muchos elefantes el preferido de sus padres llamado Dumbo que tampoco tenía orejas.

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